LITERATURA Y PUBLICIDAD.

martes, 2 de diciembre de 2014

El libro y el editor.

Para comenzar, debemos tener clara la diferencia entre libro y obra literaria. La literatura es muy anterior a los libros impresos tal y como los conocemos. No todos los libros contienen obras literarias, ya que hoy en día podemos encontrarlos de todo tipo. La extensión de las obras literarias es variable, pueden ocupar una línea o varios tomos.

Sin embargo, todos los libros suelen tener dos figuras esenciales: el autor y el editor. El editor es un colaborador del autor, es la persona que prepara el libro para su publicación. Su función es especialmente importante en la adaptación de obras antiguas, ya que adecúa el lenguaje y la edición a la época. En las publicaciones contemporáneas es menos visible pero su labor no es menos importante para el éxito del libro. Hace un trabajo de corrección, siempre respetando las decisiones previas del autor respecto a sus composiciones. El editor corrige el texto y facilitará su lectura eliminando las erratas y aplicando la ortografía actual.

Existen diferentes tipos de edición. Por ejemplo, la edición facsímil que no reproduce solo el texto de una obra sino una edición de una fecha determinada. Por otro lado, encontramos la edición paleográfica en la que se transcribe todo y suele ser utilizada para el estudio.
Es importante conocer la diferencia entre la edición crítica y la anotada. Todas las ediciones críticas son anotadas, pero no todas las ediciones anotadas son críticas. En una edición anotada, debe aparecer la definición de aquellas palabras cuyo significado haya cambiado. A partir de cierta fecha, todos los libros deben ser anotados para su correcta lectura. La edición crítica trata de devolver un texto antiguo al estado más cercano al original. El editor suele añadir también un prólogo y/o epílogo. A veces, tiene que reconstruir un texto cuyo modelo original se ha perdido y del que solo se conservan copias divergentes.

En cuanto a las partes de un libro, todo ejemplar tiene una portada, la cual no se debe confundir con la cubierta. El deber de la cubierta, la cual está hecha de otro material, es proteger y publicitar la obra. La contraportada incluye un texto publicitario que explica el libro. Algunos tienen una sobrecubierta y una faja.  La solapa es la parte de la portada que se dobla hacia adentro. Después de la cubierta, hay una página de cortesía y una portadilla ( en la que solo figura el título). Tras otra página en blanco, encontramos la portada en la que se especifica el titulo, autor, traductor y logotipo de la editorial. El revés de la portada contiene datos legales e informativos.

Otro elemento fundamental es el índice, que no debe ser confundido con el sumario. Los índices suelen aparecer al final y muestran la estructura general de la obra. Los índices onomásticos o de títulos citados son esenciales en libros históricos, ensayos o compilaciones.
Además, aquellos libros que han requerido la ayuda de varias personas suelen incluir una página para los agradecimientos.


La creación y publicación de un libro es muy compleja y requiere la ayuda de profesionales para que dicha obra atraiga al lector.

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