Para comenzar, debemos
tener clara la diferencia entre libro y obra literaria. La literatura es muy
anterior a los libros impresos tal y como los conocemos. No todos los libros contienen
obras literarias, ya que hoy en día podemos encontrarlos de todo tipo. La
extensión de las obras literarias es variable, pueden ocupar una línea o varios
tomos.
Sin embargo, todos los
libros suelen tener dos figuras esenciales: el autor y el editor. El editor es
un colaborador del autor, es la persona que prepara el libro para su
publicación. Su función es especialmente importante en la adaptación de obras
antiguas, ya que adecúa el lenguaje y la edición a la época. En las
publicaciones contemporáneas es menos visible pero su labor no es menos importante
para el éxito del libro. Hace un trabajo de corrección, siempre respetando las
decisiones previas del autor respecto a sus composiciones. El editor corrige el
texto y facilitará su lectura eliminando las erratas y aplicando la ortografía
actual.
Existen diferentes tipos
de edición. Por ejemplo, la edición facsímil que no reproduce solo el texto de
una obra sino una edición de una fecha determinada. Por otro lado, encontramos
la edición paleográfica en la que se transcribe todo y suele ser utilizada para
el estudio.
Es importante conocer la
diferencia entre la edición crítica y la anotada. Todas las ediciones críticas
son anotadas, pero no todas las ediciones anotadas son críticas. En una edición
anotada, debe aparecer la definición de aquellas palabras cuyo significado haya
cambiado. A partir de cierta fecha, todos los libros deben ser anotados para su
correcta lectura. La edición crítica trata de devolver un texto antiguo al
estado más cercano al original. El editor suele añadir también un prólogo y/o
epílogo. A veces, tiene que reconstruir un texto cuyo modelo original se ha
perdido y del que solo se conservan copias divergentes.
En cuanto a las partes de
un libro, todo ejemplar tiene una portada, la cual no se debe confundir con la
cubierta. El deber de la cubierta, la cual está hecha de otro material, es
proteger y publicitar la obra. La contraportada incluye un texto publicitario
que explica el libro. Algunos tienen una sobrecubierta y una faja. La solapa es la parte de la portada que se
dobla hacia adentro. Después de la cubierta, hay una página de cortesía y una
portadilla ( en la que solo figura el título). Tras otra página en blanco,
encontramos la portada en la que se especifica el titulo, autor, traductor y
logotipo de la editorial. El revés de la portada contiene datos legales e
informativos.
Otro elemento fundamental
es el índice, que no debe ser confundido con el sumario. Los índices suelen
aparecer al final y muestran la estructura general de la obra. Los índices
onomásticos o de títulos citados son esenciales en libros históricos, ensayos o
compilaciones.
Además, aquellos libros
que han requerido la ayuda de varias personas suelen incluir una página para
los agradecimientos.
La creación y publicación
de un libro es muy compleja y requiere la ayuda de profesionales para que dicha
obra atraiga al lector.
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