Para comenzar, debemos tener en cuenta cuales son los elementos que intervienen en la comunicación. Estos son el emisor, el receptor, el código o mensaje y el canal de transmisión.
El emisor dentro de la literatura es un elemento fundamental. El autor se relaciona con lo que escribe para entenderlo, por lo tanto, el emisor es uno de los protagonistas de la literatura. Sin embargo, en la publicidad, el autor no aparece, existe pero no es importante. En todo caso, es la agencia publicitaria la que aparecería como autora y no el propio autor. Lo que destaca es el producto que se menciona. El nombre del autor en la literatura es equivalente a la marca en publicidad.
Dentro de la literatura también existe el anonimato. En el caso de
El Lazarillo de Tormes, el autor es anónimo no porque se haya perdido sino porque, deliberadamente, no quiso que su nombre figurase. La razón fue el temor del autor a una represalia por parte de la Iglesia. El anonimato es parte del juego literario. Los romances en su mayoría son anónimos debido a que se transmitían de forma oral. Son literatura oral y colectiva, ya que se iban modificando según se transmitían de persona en persona.
Saber el autor de una obra no es capricho, nos permite relacionar el texto con el resto de sus obras y establecer la época en la que se creó. En general, las obras literarias son unitarias, aunque en el teatro abundan las obras colectivas, como por ejemplo las de los hermanos Machado durante los años 20.
También son colectivos los guiones de televisión o cine, en los cuales el nombre del autor ha ido perdiendo poder. En el cine, se le da la autoría al director y no al guionista.
El creativo publicitario trabaja por encargo, por lo tanto, no tiene la libertad creativa que se le atribuye al genio literario. Principalmente, el nombre del creativo publicitario no interesa porque desviaría la atención de los consumidores hacia el producto o servicio que esta siendo ofertado.
En la literatura destaca la función expresiva del lenguaje, mientras que la función de la publicidad es fundamentalmente apelativa, se dirige directamente al oyente para cautivarle. Aunque,en la publicidad se deben disimular las intenciones y conseguir el objetivo de la forma más indirecta posible.
La palabra "publicidad" es relativamente nueva. En su origen, a la publicidad se le denominaba propaganda hasta que el término paso a ser controvertido ya que se asociaba con la propagación de la fe y dios. La publicidad era imperativa y esta nunca lo debe ser, sino que tiene que atraer y sugerir como la poesía. Por lo tanto, la publicidad pasó de ser denotativa a ser connotativa.
Dentro de la publicidad encontramos diferentes tipos. Estos son:
- La publicidad comercial. Esta es relativamente nueva, ya que surgió con la Revolución Industrial en el siglo XX.
- La publicidad ideológica cuyo objetivo es la divulgación de pensamiento. Esta, también, se compone de varios subtipos:
- La publicidad religiosa que intenta difundir una determinada religión. Era más popular antiguamente ya que servía para captar más adeptos. Las denominadas religiones de libro son aquellas tras las cuales encontramos una vasta doctrina que se propaga a través de la literatura.
- La publicidad política, comparte el mismo objetivo que la religiosa, divulgar una determinada doctrina y encontrar personas afines a ella.